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domingo, 18 de marzo de 2012

Code 1

Esta historia está inspirada por la canción Save me the last Waltz del grupo Escuchando Elefantes. Espero que os guste y que disfruteis con ella.
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-Resérvame el último Waltz - Dijo Cecile apurada.
Al instante salió corriendo en dirección al salón de baile con su elegante y ornamentado vestido.
Cecile a penas acababa de cumplir los 16 años. Sus cabellos dorados llegaban en forma de tirabuzones hasta un poco por debajo de su hombro. Su piel era pálida y sus ojos azules e intentsos, jóvenes.
Ese día había sido su padre quien por primera vez a lo largo de su vida le había permitido presentarse a un evento social tan importante como un baile.
Aquel joven al que la dama había hablado no era nada más y nada menos que uno de los muchos empleados del baile, pero que con su incomparable carisma la había deslumbrando obligándola así a pedirle aquello, algo irrazonable para la situación en la que se encontraban. Un camarero bailanndo con una joven y adinerada futura heredera de una importante familia.
El tiempo pasó, y se acercaba por fin la hora de ese último waltz que ella tanto ansiaba. Comenzaron a sonar las primeras notas y miró nerviosamente a su alrededor.
No lo encontraba.
Buscaba sus ojos, su sonrisa... y nada de él aparecía. En cambio, un hombre se acercó a ella pidiéndole bailar.
No se pudo negar, la inflexible mirada de su padre la acribillaba por no haber comenzado a bailar con alguien adecuado en el momento que la música comenzó a retumbar por las paredes.
El baile cesó. Ya era la hora del regreso y Cecile no pudo encontrarse con aquel joven al que tanto buscaba.
...
A los pocos días de que el baile hubiese ocurrido su padre anuncio que ella se casaría con aquel hombre del último waltz. Meses después ya era la esposa de Lawrence, un importante ministro británico, afamado por su buen carácter y su gran compasión, o al menos de cara al exterior.
Cecile cada día sufría incontables humillaciones, palizas casi mortales...cada día era un infierno.
Pasaron meses desde su matrimonio y la cosa no iba a mejor... si cabe, iba incluso a peor... finalmente, Mr. Lawrence y Cecile acudieron a un baile.
Durante ese baile ella se alejó del alcance de su marido y se dirigió a los jardines. Fue allí donde lo volvió a ver, a él, su gran amor.
El joven seguía trabajando como camarero en bailes, y se encontraba sirviendo las copas de algún extraviado que se dirigía al jardín.
Se miraron fugazmente. Fugacidad intensa llena de deseo.
Ella trató de replicarle con la mirada. Él la esquivó, se sentía avergonzado de no haber aparecido aquella vez.
De pronto apareció Lawrence a su espalda, la agarró por el brazo y la arrastró a un hall vacío. Allí la torturó de la forma más cruel que jamás había hecho antes, y la dejó abandonada.
Tras ellos había acudido alertado por la furia del hombre, el joven camarero. Al verla tirada su cuerpo comenzó a hervir en furia.
Se acercó a ella mientras las lágrimas de la joven caían por sus mejillas. Él la agarró y la levantó costosamente, y fue entonces cuando ella le susurró:
-Sigo esperando  por el último Waltz.
Mostró una débil sonrisa y su cuerpo comenzó a helarse. Su corazón ya no latía.
...
James Parker fue arrestado por el asesinato de Cecile Lawrence.