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martes, 2 de febrero de 2010

Pájaros en la cabeza I

Pájaros en la cabeza, es el comienzo de un relato, que va camino de convertirse en historia, y espero, que la longitud llegue hasta la de una novela, dejo aquí el comienzo, aún lo estoy escribiendo, así que espero que me deis vuestras opiniones ^^
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“Pájaros, pájaros y más pájaros...¿acaso me persiguen?”

Pensé mientras corría por un callejón estrecho, el cual no parecía tener fin.
Cuando al fin logré salir de ese oscuro callejón me encontré en la plaza principal, “¿realmente habíamos quedado en una plaza repleta de palomas y turistas para discutir
sobre aquello?”. No daba crédito a los actos de papá.
Me acerqué a una fuente que había en el centro de la plaza, parecía el lugar más despejado de pájaros y palomas...definitivamente no sabía que hacía en un sitio cómo ese y sabía aún menos el motivo por el que esperaba a mi padre.
De pronto me fijé en una figura, parecía un hombre, más bien joven, me miraba fijamente, cuando se percató que lo miraba echó a correr. Me levanté con intención de seguirlo y en pocos segundos lo vi como atravesaba corriendo en un instante la plaza y desparecía por otro callejón, volvía a atravesar la plaza cada vez la atravesaba un poco más cerca de mí hasta que por fin se colocó a mi lado, todo esto en un tiempo récord.
Justo cuando iba a preguntarle el porqué me miraba y se había acercado a mí de esa
forma, desapareció de mi vista.
Oí a lo lejos la voz de mi padre decir mi nombre y al girarme hacia donde escuchaba su voz, pude vislumbrar cómo se acercaba lentamente a mí.

-Ah!,Ey! ¿Cómo te va Mia? – dijo sin aliento mi padre
-¿Ah!?, ¿Ey!?, ¿acaso es el saludo que se le corresponde a tu hija primogénita? Bien gracias, ¿a ti papá?
-Perdóname cariño, bien, como siempre, ya sabes... – lo dejó caer como tratando de no darle importancia
-Como...siempre...,interesante... –comenté sarcásticamente – Mm, ¿sucedió algo entre Tiara y tu? ¿No me digas que a tenéis problemas? ¡Si os acabáis de casar! – protesté
-N-n-n-no hay ningún problema con Tiara...sólo que...-tartamudeó
-Sólo..¿qué qué? – pregunté sin rodeos

A pesar de haberme criado con mi padre desde que había nacido hasta mis quince años de vida, él no era capaz de apreciar que había madurado, sobre todo en esta temporada que había vivido con los abuelos para dejarle más espacio y darle tiempo a acostumbrarse con su nuevo matrimonio.
Tiara, su nueva mujer, sin duda era una persona encantadora, había estado más veces casada, pero por su mala suerte nunca encontró antes a su hombre ideal, consiguiendo así su tercer matrimonio, esta vez con mi padre, un viudo.

“¿A dónde han ido los pájaros?” Pensé al comenzar a mirar a todos lados, como si de una ilusión óptica habían desaparecido lentamente.

-¿Mia?¿Mia?¿Me estás escuchando?
-N-no, ¿qué decías? – contesté abrumada
-Te comentaba que en una semana te pasaremos a recoger Tiara y yo y te vendrás a vivir con nosotros – comentó en un tono nervioso – ya tenemos tu habitación preparada, hemos reservado la plaza en el instituto y ya está todo listo... – continuó nerviosamente.
-Papá, ¿porqué lo dices tan nerviosamente? No va a pasar nada malo. Además es lógico que me vaya a vivir con mi padre....aunque será una pena dejar de estudiar en el instituto al que voy....pero lo importante es la familia, ¿no? – mentí tratando de quitarle hierro al asunto. Siempre había tenido un don para mentir y que no se notara, era como si realmente dijera la verdad, aunque nunca hubiera ocurrido nada semejante.
-Pues....es que... – inspiró hondo y continuó – no sé cómo decírtelo... Tiara...también tiene un hijo...así que te presentaremos a tu hermanastro... – comentó lo más rápido que pudo para soltar todo el aire que había tragado lo más rápido posible.
-¡¿Un hijo?!¡¿Y porqué me entero yo ahora?!, ¡¿no deberías habérmelo contado antes, incluso de casaros?!, ¡No sé, si algún día me iba a vivir con vosotros ocurriría que descubriría que tengo un hermanastro!, ¡¿no?! – casi grité de lo frustrada que estaba, probablemente el hijo de Tiara se enterara nada más su madre comenzó a salir con mi padre, yo, en cambio, me enteraba de cosas fundamentales justo después de casarse mi padre, justo un mes más tarde de la boda - ¿Y su hijo no fue a la boda? Porque no mencionasteis nada en él día – pregunté ya más tranquila.
-Mm, se encontraba en un viaje con su curso, la verdad es que pretendíamos presentártelo ese día, pero era justo cuando volvía del viaje, y pensamos que le daría tiempo de llegar, pero no fue así... – y cerró los ojos como esperando a que descargará toda mi ira sobre él.

Resoplé y respiré para tranquilizarme incontables veces hasta que lo conseguí. Una vez en calma fui capaz de articular palabras, y juntarlas de forma que tuvieran sentido.

-Está bien....pero papá – esto último se lo dije casi llorando, no podía reprimir las lágrimas, me costó pero lo conseguí – la próxima vez que ocurra algo tan importante, como que tu futura mujer tenga un hijo, que voy a tener un hermanastro, dímelo, porque si me entero por otros será incluso peor que la reacción que he tenido ahora, ¿vale?, ya no soy una cría a la que le decías que un príncipe descendería del cielo sólo para buscarla y se lo tragaba...
-Vamos, te llevo a casa, ¿vale? – como de costumbre hizo la invitación en el momento “más oportuno” y no pude evitarlo pero me eché a reír.
-De acuerdo... – suspiré
-Además así podrás conocer a tu hermanastro, llegó ayer, el también nos dejó solos esta primera temporada – y me dedicó una cálida sonrisa.

Cogimos el coche, me coloqué en el asiento del copiloto, siempre me gustaron más las vistas de delante y nos pusimos en camino de la casa en la que pronto viviría.
El trayecto se hizo corto y aburrido, como siempre que se viaja en coche, a pesar de ver un maravilloso, paisaje siempre es más cómodo verlo mientras se da un tranquilo paseo, mientras la ligera brisa te acaricia la cara y el dulce olor del paisaje te inunda los pulmones, mientras observas el azul del cielo cambiar siendo atravesado por las esponjosas nubes, mientras al caminar presientes el duro suelo, al mismo tiempo blando, y sobre todo, mientras puedas pararte en un momento y deleitarte con las vistas hasta la eternidad.


Por fin llegamos. Era un pequeño chalet con dos pisos, y garaje incorporado. Metimos el coche en el garaje y desmontamos. Subimos las escaleras que daban a la planta baja y abrimos la puerta que comunicaba el garaje con el salón.
Una hermosa sala decorada con cuadros hechos recientemente a mano, Tiara era una pintora aficionada, pero excepcional. Había un sofá para dos y otros dos individuales, los tres a juego de cuero beige. Justo en el medio de los tres sofás había una mesita de café adornada con un jarrón que contenía un ramo de ambrosías, alhelíes amarillos, lirios del valle y belladonas. Un extraño pero hermoso ramo, sin duda. Una alfombra decoraba el suelo, había también un mueble que sujetaba el televisor, estanterías repletas de libros y distintos tipos de adornos.

-Espera aquí que voy a avisar a Tiara y a Alec de que hemos llegado, tómate tu tiempo para ver la sala, te veo un poco apabullada por la novedad – me guiñó un ojo y atravesó otra puerta en busca de Tiara y Alec, supuse que el hijo de Tiara.

Recorrí con la vista todos los rincones del salón y me acerqué a la zona de estanterías, simplemente por pasar el tiempo mientras papá no regresaba.
De la puerta por la cual había salido papá entró Tiara, una señora de apenas treinta y ocho años de edad.

-Hola Mia – saludó sonrientemente – me alegro de ver que estás bien, Alphonse me avisó que habíais llegado, no esperé que fuerais a llegar tan pronto...y...¿hoy te quedarás a dormir, no? – preguntó nerviosamente. Se notaba que no sabía como actuar ante la hija de su marido, que trataba de dar lo mejor de sí. ¡A saber lo que le había contado papá de mí!, seguro que cosas como “es una chica muy complicada” o “tiene muy mal carácter”, vamos lo que siempre decía como si intentase dejarme en ridículo.
-Ah! Hola Tiara, se te ve muy bien – saludé también nerviosamente, tratando de dejar mal a mi padre por lo que pudiera haber dicho – supongo que me quedaré a dormir...eso depende de cómo lo hayáis preparado papá y tú – y le dediqué una cálida sonrisa tratando de ser lo más familiarmente posible con ella.
-¿Te ha dicho Alphonse lo de que... – no fue capaz de terminar por si metía la pata.
-¿Lo de que en una semana vendré a vivir con vosotros? Sí, claro – complete lo más amistosamente posible, se notaba que no estaba siendo “yo misma”, pero no podía hacer nada para tratar de evitarlo, si no papá me miraría mal.
-Ah! Menos mal que ya te lo ha dicho –susurró aliviada ella - Y supongo que no te ha enseñado la casa todavía, ¿no?...Tsk, este hombre... – comentó finalmente un poco irritada por la manía de papá de alardear lo menos posible, en ocasiones resultaba pesada su manía, en ocasiones como estás.
-Estás en lo cierto... –y reí disimuladamente tratando de quitarle importancia – por cierto, ¿no resulta extraño ese ramo? – pregunté inocentemente
-Ah! – y dirigió su mirada al ramo, una mirada dulce y cariñosa.
-Son “sus pequeñas” – dijo una voz burlonamente desde mi espalda.
-Oh!, Alec, siempre estás igual – le incriminó Tiara – deja de burlarte de tu madre – protestó frustrada su madre
- Por supuesto mamá – siguió molestándola el joven.
-Venga, hombre, para ya – le regañó papá – aún la vas a hacer llorar – y le sonrió cómplice – por cierto Mia, este es Alec, tu hermanastro.
-Encantando – y me tendió una mano dulcemente mientras sus cabellos castaños se revolvían alrededor de su cara dulcificándola. Mediría sobre el uno ochenta, era bastante flacucho de tez morena y ojos verdes profundos, sonrisa delicada y nariz torcida.
-E-e-encantada – tartamudeé impresionada, no me esperaba para nada a un chico tan increíblemente guapo. Ni si quiera me esperaba que tuviera sobre diecisiete años.
-Ta, cariño, ¿no le explicas a Mía el significado del ramo? – preguntó maliciosamente papá
-Oh! Por supuesto, ¿quieres? – me preguntó deseosa de escuchar un sí. Miré a papá y después a Alec y los dos hicieron un gesto dándome a entender que no la desilusionara.
-Claro – sonreí
-Verás, no sé si tu conoces lo que es el lenguaje de las flores
-¿Lenguaje...de...las flores? –pregunté
-Oh! Válgame Dios, no me digas que Alph. no te lo ha enseñado nunca – lo miró escandalizada y prosiguió – Cada hermosa y delicada flor tiene un nombre, y cada nombre tiene un significado. Están aquellas a las que todos les saben el significado y el resto, las cuales probablemente tengan un significado mucho más hermoso que las otras – comentó maravillada por lo que estaba contando – Estas, los alhelíes amarillos, dicen que representan la “felicidad en la adversidad” – explicó mientras los señalaba – estas otras, las ambrosías, representan la “vuelta del amor” – dijo más dulcemente, mientras las señalaba también – los lirios del valle, indican la “vuelta de la felicidad” –prosiguió mientras me los mostraba – y, para finalizar, las belladonas, la muestra de “sinceridad”
-Sorprendente – comenté alucinada
-Cierto, pensar que unos seres tan delicados puedan significar semejante hermosura...- dijo como si estuviera en un universo paralelo – para mí – comentó regresando otra vez a nuestro mundo – una flor expresa más que miles de palabras, si un hombre sabe escoger las adecuadas, sin duda será el hombre de tu vida –y suspiró
-¿Vamos a cenar? – interrumpió papá en el momento más mágico, ninguna de las dos pudo evitar mirarle con odio por su poca delicadeza para decir las cosas, y Alec, comenzó a reír, su risa era como el repiquetear de las cristalinas campanas, un sonido realmente precioso.
-Está bien... – Accedimos al unísono y de mala gana Tiara y yo, lo que provocó que Alec riera con más fuerza y papá se uniera a su risa.

Nos sentamos en una pequeña mesa, para cuatro personas, y comenzaron a traer la comida entre Tiara y su hijo.
La velada transcurrió pacífica y amigablemente, cuando acabamos de comer Tiara y yo ya nos considerábamos como madre e hija, pero madre e hija unidas por sangre, no por papeles, también había descubierto que papá y Alec disfrutaban con fastidiarnos a ambas, así que nosotras hicimos una alianza en su contra.
Sin lugar a dudas una velada tranquila y divertida.

-Bueno, Mia, te quedarás a dormir hoy, ¿no? – preguntó papá maliciosamente.
-Alph, ¿no le preguntaste antes sobre si se iba a quedar a dormir o no? – suspiró Tiara – creo que lo mejor sería que la llevaras de vuelta a su casa, mañana tiene clase, ¿no? Tendrá que prepararse para la mudanza y además aún no ha anochecido demasiado, te dará tiempo de ir y volver, supongo que tus padres contaran con que vuelva, ¿me equivoco?
-Para nada –afirmó papá tristemente y pude ver como las sonrisas de todos comenzaban a apagarse.
-Papá si quieres no es necesario que me acompañes, puedo coger un taxi – añadí despreocupadamente tratando de suavizar el asunto.
-No, es mejor que vaya contigo, así les explico lo de la mudanza...

Cogió velozmente nuestros abrigos, las llaves para el coche y bajo al garaje desde donde me gritó:

-¡Te espero en la entrada, así te da tiempo de despedirte hasta el domingo que viene!

Cuando acabó de decirlo ya había desaparecido por la puerta.

-Cuídate hasta entonces, Mia –se despidió dulcemente Tiara.
-Hasta la semana que viene hermanita – dijo burlonamente Alec mientras me revolvía el pelo, algo que pudo comprobar que me molestaba, lo que hizo que se mordiera los labios para evitar reírse de mi cara.
-Hasta la semana que viene, tu también cuídate mucho Tiara, sobre todo con estos dos desalmados cerca – y les dediqué una sonrisa llena de cariño.

Me acompañaron hasta la puerta donde ya la despedida continuó siendo formal. Subí al coche y papá se puso en camino a casa de los abuelos.
El trayecto fue silencioso y aburrido, ninguno nos atrevimos a decir nada, no fuéramos a estropear la velada.
Cuando llegamos a casa de los abuelos salieron ambos preocupados a la puerta por el ruido del coche.
Mientras yo me iba a mi habitación pude escuchar como papá les explicaba lo sucedido y también que me mudaría a su casa en una semana.

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Trataré de publicar algo, un mínimo mensual y si puedo al menos una vez por semana ^^ (siempre y cuando deis vuestra aprobación ^^U)

3 comentarios:

  1. Me alegro mucho por el comentario que me dejaste, muchísimo ^^
    De echo mañana es el cumpleaños de mi blog, y tiene una historia detrás
    No tengo tiempo ahora para leer tu entrada, pero te prometo que me pasaré a comentar sobre ella en otro momento...
    ¿Cómo descubriste mi blog? (K)

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  2. Ya lo he leído.XD.Está muy bien,quiero ver los siguientes capítulos(si no...paliza)Mía me recuerda a mí con mi padre(lol)y Alec revolviéndole el pelo a Mía me recuerda a cuando Dani te lo revuelve a ti.XD.
    Ah!Y sigue nuestra historia porfa!!

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  3. Buen trabajo! Esta muy bien escrito,facil de leer.
    Por ahora me interesa mucho, y alemii tiene razon con lo de revolver el pelo, justo como Dani!
    Sigue asi!

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